JULI PEREZ-CATALA

Arquitecto

El proyecto ha sido realizado y dirigido por el prestigioso despacho de arquitectura de Juli Pérez-Catalá, que posee una amplia experiencia de más de 30 años en la realización de proyectos de rehabilitación, interiorismo, equipamientos culturales y deportivos, así como en el sector de la arquitectura hotelera, en el que ha obtenido varios premios nacionales.
La idea fundamental de los arquitectos se ha centrado en proyectar una nueva comunidad sostenible y verde, con el cultivo de huertos en las cubiertas para autoconsumo (cesta ecológica), recuperación de aguas pluviales, aerotermia, etc.

Los espacios exteriores comunitarios se han pensado para facilitar el encuentro y la vida al aire libre, buscando el sol que baña las cubiertas en los oscuros barrios antiguos de las ciudades. El campo en la ciudad. A tal efecto, se han diseñado paseos arbolados, zonas de estar ventiladas junto a la piscina y huertos, además de espacios semiabiertos, como el club social, para fomentar la conexión entre los usuarios y sus actividades (yoga, eventos, reuniones, gimnasio, cenas, coworking).

La recuperación de la historia del lugar es fundamental en su propuesta. Los huertos que aquí existieron hasta el siglo XVIII se recuperan hoy por ser de nuevo necesarios. De las fábricas textiles de estampación que aparecieron a partir de 1802 y de su actividad de estampación se toman las referencias para el diseño gráfico y la señalización.

Los arquitectos han recuperado antiguas ventanas, barandillas y pilares de acero para reubicarlos en exteriores e interiores. Para el mobiliario exterior, se han reutilizado también las antiguas vigas.
De este modo, se aprovecha la historia para darle valor, descontextualizándola.
Otras referencias del proyecto a la historia del lugar son las torres cilíndricas de hormigón de los ascensores exteriores, que recuerdan a las antiguas chimeneas que ya desaparecieron, o la escultura-memorándum en el lugar preciso donde está documentado que cayó una bomba durante la guerra civil.

La historia recuperada y el futuro verde se conjugan en unas viviendas flexibles diseñadas para ser adaptadas y cambiar según las necesidades de uso de los propietarios .
Los arquitectos han diseñado, a tal efecto, armarios móviles que cierran fácilmente habitaciones o talleres anexos con múltiples usos alternativos (trabajo, relajación, habitación, cuarto de invitados, apartamento anexo), según se requiera.
Una arquitectura dialogante con la historia que apuesta radicalmente por un futuro verde y sostenible a través del diseño de una vida conectada y flexible, elementos clave para vivir en el futuro del siglo XXI.