Hasta el siglo XVIII, en este lugar se ubicaron huertos que se encontraban a las afueras de la ciudad amurallada. Con la llegada de la revolución industrial en 1802 se construyó en este lugar la primera fábrica textil dedicada a la estampación. Dicha historia ha dado pie al diseño gráfico y a la señalización de nuestro proyecto actual.
Los huertos dieron paso a una casa-fábrica en la que los trabajadores también residían. Cabe reseñar los percances que sufrió el edificio, como el bombardeo de Barcelona en la guerra civil, durante el cual, según las crónicas periodísticas de la época, impactó un proyectil en el edificio. Este suceso ha dado pie al diseño de una escultura-memorándum ubicada en el pavimento del pasaje de la planta baja, en la ubicación exacta en la que se produjo explosión.
Hoy por fin recuperamos aquellos antiguos huertos y, dentro de esas industrias envolventes edificadas durante dos siglos, proyectamos una vida saludable, sostenible, flexible y social.